Seguramente conozcas las trufas como uno de los alimentos de mayor categoría en el mundo de la gastronomía, debido a su sabor único y a su dificultad de recolección. En Restaurante Can Fusté sabemos que se acerca la época de la trufa y queremos compartir algunas maravillosas curiosidades de este ingrediente que es el diamante de la cocina.
Son muchas las variedades de trufas, entre las que destacan sobre todo la trufa blanca y la trufa negra. La forma de este hongo es irregular y crece bajo tierra, como un tubérculo.
Las trufas son una importante fuente de proteínas, hierro, potasio, calcio y sodio, y aportan infinidad de beneficios en nuestra dieta.
La ingesta de la trufa puede llegar a ayudar a prevenir enfermedades metabólicas, patologías articulares mediadas por procesos inflamatorios e incluso sirve para prevenir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Bondades saludables aparte, en gastronomía valoramos la trufa por su inconfundible sabor.
La mejor forma de presentar la trufa es sin manipularla demasiado y en pequeñas porciones, sobre todo como condimento de diferentes platos.
En Restaurante Can Fusté la usamos fresca, a rodajas para que todo el sabor esté presente en cada bocado. Por ejemplo, una rodaja de trufa sobre una tostada con papada de cerdo es una delicia que no debes dejar de probar.
También la utilizamos rallada o picada muy fina en cantidades reducidas. Es ideal para dar sabor a carnes, salsas o, simplemente, para aromatizar un plato de pasta. Asimismo, la trufa también puede agregarse a variedad de platos como un condimento más: en tortillas, carnes o huevos.
Si quieres disfrutar de la trufa en combinaciones originales que potencian todo su aroma, te invitamos a que vengas a nuestro Restaurante Can Fusté, en el que podrás saborearla a rodajas sobre un lecho de pan, acompañando un plato de huevo del revés con trufa, o como ñoquis trufados con carbonara de gambas y panceta.
Descubre todo lo que podemos ofrecerte en uno de los restaurantes más emblemáticos de la ciudad Condal. Te esperamos en Can Fusté.